La persona es recibida por un equipo interdisiplinario compuesto por psiquiatra, psicólogo y trabajador social. Se realiza una valoración clinica da través de una entrevista con la persona y su familia o referente.
En una segunda instancia, se aplican escalas de valoración funcional y cognitiva a efectos de determinar las necesidades de apoyo de la persona y los objetivos inmediatos.